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Beato de Fernando I y doña Sancha

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CARACTERÍSTICAS DEL FACSÍMIL

  • Medidas: 36 X 26,8 cm.
  • Extensión: 640 páginas- 317 folios de pergamino más guardas.
  • Miniaturas: 98 ilustraciones. 9 a doble página.
  • Autor: Facundo (Facundus scripsit, f.317).
  • Propietarios: Fernando I y Sancha (Fernandus rex dei gra mra L. y Sancia regina mra liber, f.7r)).
  • Fecha: Siglo XI. Año 1047 (Era bis quadragies et V post millesima. f. 316r).
  • Escritura: visigótica.
  • Textos: dos tablas genealógicas y texto completo del apocalipsis.
  • Libro de estudio: textos, paleografía, comentarios y estudio de las miniaturas.
  • Tirada mundial: 940 ejemplares numerados y certificados por acta notarial.

Tesoro cultural y artístico de la Edad Media

El Beato de Fernando I y Sancha es el Beato más valioso de las 35 copias conservadas de Comentarios el Apocalipsis de San Juan. 

Está ilustrado por un amplio programa iconográfico característico de los Beato articulado en unas 100 ilustraciones de estilo mozárabe, pero con notables influencias románicas. De hecho, se considera que este fue el último Beato mozárabe visigótico.

Destaca por su gama de colores brillantes que no se ve en ningún otro, y por la perfección de las composiciones, donde las figuras estilizadas han perdido su hieratismo e introducen movimientos que dinamizan la imagen que, según Williams, lo convierten en el más elegante de los Beatos.

Con el nombre de «Beatos» se conoce un corpus de copias manuscritas del Comentario al Apocalipsis que a finales del siglo VIII realizó Beato de Liébana.

¿Qué son los Beatos?

El Beato de Liébana recibió su nombre en honor a Beato de Liébana, un monje español que vivió en el siglo VIII. Beato de Liébana escribió un comentario sobre el libro del Apocalipsis, conocido como «Comentario al Apocalipsis», que se convirtió en una obra influyente en la Edad Media. Sus comentarios y escritos se difundieron ampliamente en la época y sirvieron como base para la creación de los manuscritos conocidos como «Beatos».

El códice en la cultura popular

El Beato de Liébana, y en particular el Códice de Fernando y Sancha, han aparecido con frecuencia en diversas obras literarias, producciones televisivas y cinematográficas. Un ejemplo notable es la película “El nombre de la Rosa” (1986), basada en la novela homónima de Umberto Eco. En esta película, los actores Sean Connery y Christian Slater interpretaban los roles del fraile franciscano Guillermo de Baskervillle y el novicio benedictino Adlo de Melk, respectivamente. En la escena de la izquierada, aparecen ambos personajes observando con asombro la página central del Beato, la cual está iluminada en ambas partes y representa a la bestia de siete cabezas y diez cuernos.

Reconocidos directores como Ridley Scott, en su película El reino de los cielos” (2005), o más recientemente la serie de Amazon Prime “El Cid” (2020), han utilizado imágenes del Beato para recrear escenarios históricos, destacando así la relevancia de este asombroso y singular manuscrito en la ambientación de sus producciones.

Además, sus impactantes miniaturas sirvieron de inspiración a grandes artistas. Pablo Picasso se vio influenciado por ellas al crear su obra maestraEl Guernica” (1937), que refleja la angustia y la desesperación en tiempos de conflicto. Del mismo modo, Ingmar Bergman, en su película El séptimo sello” (1957), incorporó elementos visuales y simbólicos del Beato para expresar profundas reflexiones sobre la vida y la muerte en una época medieval llena de incertidumbre.

Estas menciones y usos en la cultura popular demuestran la perdurable fascinación y significado del Beato de Liébana, así como su influencia en la creatividad artística y la narrativa contemporánea.

«El Beato de Fernando I y Sancha es el mayor acontecimiento iconográfico de la historia de la humanidad».

-Umberto Eco

¿Dónde estuvo durante la guerra civil española?

En junio de 1572, existen registros que confirman la presencia del códice en San Isidoro de León, pero poco después empezó a cambiar de manos.

En la segunda mitad del siglo XVII, el Marqués de Mondéjar se convirtió en poseedor. Durante la Guerra de Sucesión, la biblioteca del marqués fue incautada por Felipe V, y en los primeros años del s. XVIII, el manuscrito pasó a formar parte de la Biblioteca Real. Una vez allí, fue encuadernado con piel estrezada en el siglo XIX, y esta versión se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de España (BNE).

Durante la Guerra Civil Española, gran parte del tesoro artístico fue evacuado de los museos y bibliotecas para protegerlo de los bombardeos.

En ese momento, el director de la BNE, Tomás Navarro Tomás, seleccionó las obras que serían objeto de esta medida de seguridad, evacuando 5.439 volúmenes. Al fin de la contienda, en 1939, la obra regresó a la BNE.

¿Quién fue el copista del Beato de Facundo?

El Beato de Liébana de Fernando I y doña Sancha, también se conoce como Beato de Facundo (Facundus scripsit) por el nombre de su autor y pintor.

Su nombre aparece en el colofón (f.316). Es muy probable que se realizara en un scriptorium altamente especializado; posiblemente Sahagún.

La coincidencia del nombre del copista (anteriormente árabe) y el de este monasterio (Santos Facundo y Primitivo), da pie al debate.

Los autores que mantienen que el códice se compuso en San Isidoro de León, posiblemente hayan tenido en cuenta que la Basílica se inauguró en 1063, tras construirse en el lugar de la Iglesia de San Juan y San Pelayo. Por tanto, la datación escrita por el autor quedaría en entredicho.

¿Dónde se conserva este manuscrito?

La Biblioteca Nacional de España (BNE) alberga una impresionante colección de alrededor de 30 millones de documentos bibliográficos, y entre estas valiosas piezas se encuentra, el Beato de Liébana. Códice de Fernando I y Sancha, que ha sido parte de la institución desde los orígenes.

Este manuscrito se identifica mediante la signatura Vitr/714-2, recordando así su antigua ubicación en la sala de manuscritos de la actual Sede de Recoletos, donde solían resguardarse y exhibirse los códices más preciados.

En la actualidad, se encuentra sometido a estrictas medidas de conservación y solo es accesible para investigadores autorizados. Sin embargo, gracias a su digitalización en la Biblioteca Digital Hispánica y a la creación de esta copia facsimilar, se ha logrado abrir las puertas del ejemplar al público más general, permitiendo así su estudio y apreciación por una audiencia más amplia.

La edición facsímil

Esta edición se distingue por su dedicación a la artesanía de la más alta calidad. Cada ejemplar ha sido creado minuciosamente a mano, siguiendo la tradición de los antiguos maestros artesanos. El proceso de fabricación se asemeja a la antigua técnica del telar medieval, donde cada página se ha tejido con precisión sobre un exquisito material conocido como pergamenata stucco de 190 gramos, especialmente seleccionado por su textura y durabilidad incomparables.

La encuadernación de esta obra es otro testimonio de la maestría artesanal que la caracteriza. Cada libro ha sido cuidadosamente encuadernado en piel estrezada, una elección que no solo añade un toque de elegancia y distinción, sino que también garantiza la preservación de su belleza y contenido a lo largo del tiempo.

Para completar esta experiencia única, cada libro se presenta en un lujoso estuche de conservación, elaborado con materiales de la más alta calidad, que asegura que se conserve en perfectas condiciones y se convierta en una joya en su colección.

    DESEO CONOCER EN PROFUNDIDAD LOS DETALLES DE LA OBRA.

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